El derecho a la salud y a nuestro bienestar, por los medios necesarios y posibles, es algo a lo que nunca deberíamos renunciar. Tal vez no lo hayamos notado aún, pero el envejecimiento de la población y la aparición de nuevas enfermedades y patologías, están generando de forma progresiva un incremento de la demanda social en la calidad asistencial, convirtiéndose esto en una problemática de importante impacto.
Nos hemos convencido de que es tarea de los planificadores de la salud, el brindar las esperanzas de vida sana y las opciones para disminuir incapacidades laborales entre otra serie de circunstancias que nos limitan, sin reconocer nuestra responsabilidad y la importancia de que exista un control y uso racional de los fármacos, y de que estemos informados sobre las distintas alternativas “terapéuticas” que existen, ya sea como opciones complementarias o como caminos hacia la liberación de ciertas dependencias, en términos de medicación y tratamientos.
En el marco del Programa de Transformación Productiva -PTP- planteado por el gobierno central para el direccionamiento de un desarrollo económico, social y saludable sostenible en nuestro país, se viene promocionando el turismo de bienestar y termalismo, conocido como “hidrotermalismo”, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e incluido como parte de la medicina tradicional.
El termalismo se define como el conjunto de servicios médicos, técnicos, higiénicos, sociales y hoteleros disponibles, a través de la utilización terapéutica de las aguas termales, usando como principio activo las aguas mineralomedicinales como elemento terapéutico.
Su importancia no se limita al tratamiento de distintos procesos patológicos, ya que también representa un excelente medio tanto de prevención como de rehabilitación de cuadros de evolución crónica de los sistemas osteomuscular, respiratorio y urinario; en los procesos dermatológicos, el estrés, la fibromialgia/fatiga crónica y otras enfermedades de nuestra actual civilización.
“El agua es, pues, indispensable para la salud; lo es para el buen funcionamiento de nuestro organismo y lo es como coadyuvante eficaz en el tratamiento de determinadas afecciones.”
REQUISITOS QUE EXIGEN LAS TÉCNICAS HIDROTERMALES
El colágeno se produce durante toda la vida, lo que sucede es que a partir de los 20
Este tipo de tratamientos requieren valoraciones especiales que consideren, la disminución de los recursos habituales de salud, la mejora de autonomía y desempeño en actividades, el aumento del bienestar y la calidad de vida, a través del aprovechamiento de las aguas mineromedicinales, el reconocimiento de los beneficios de las prácticas termales y su impacto en la salud pública, dentro del marco de la atención primaria en salud.
Dra. Gladys Londoño Valencia
Directora Salud Morena, Medicina Estética S.A.S.